Los lentes de contacto son una excelente alternativa a los anteojos tradicionales, ya que proporcionan una visión clara y sin obstáculos, al tiempo que ofrecen comodidad y libertad de movimiento. Sin embargo, para asegurar un uso óptimo y prolongado de los lentes de contacto, es crucial comprender y seguir las pautas adecuadas de cuidado, y es que cuidar tus ojos es tan importante como tratar un dolor muscular. En este artículo, aprenderás todo lo que necesitas saber sobre cómo cuidar tus lentes para mantenerlos limpios, seguros y en buen estado.
¿Cómo Elegir los Lentes de Contacto Correctos?
Elegir los lentes de contacto adecuados es esencial para garantizar una experiencia de uso cómoda y segura. Aquí hay algunos aspectos a considerar al seleccionar tus contactos:
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Consulta con un Optometrista
Antes de adquirirlos, es fundamental visitar a un optometrista para realizar un examen ocular completo. El profesional evaluará tu visión, la salud de tus ojos y te brindará recomendaciones personalizadas sobre los tipos de lentes de contacto más adecuados para ti.
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Determina el Tipo de Lentes
Existen diferentes tipos de lentes en el mercado, como lentes blandos, rígidos permeables al gas y lentes de uso prolongado. Tu optometrista te guiará en la elección del tipo que mejor se adapte a tus necesidades y estilo de vida.
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Considera las Condiciones de Uso
Es importante tener en cuenta tus actividades diarias y el tiempo que planeas usar los lentes de contacto. Si deseas utilizarlos durante todo el día, es posible que se recomienden lentes desechables diarios. Si tienes un estilo de vida más activo, puedes optar por lentes diseñados específicamente para actividades deportivas.
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Comodidad y Ajuste
El ajuste adecuado de este tipo de lentes es crucial para garantizar la comodidad y la buena visión. Tu optometrista realizará pruebas para medir el tamaño y la forma de tus ojos, y te proporcionará los lentes de contacto que se ajusten de manera óptima a tus características individuales.
¿Cómo Cuidar los Correctamente?
Un mantenimiento adecuado y constante de los lentes de contacto es esencial para evitar infecciones y garantizar una visión clara. A continuación, se presentan algunas pautas clave sobre cómo cuidar tus lentes de contacto correctamente:
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Lávate las Manos
Antes de manipular tus lentes, asegúrate de lavarte las manos a fondo con agua tibia y jabón suave. Esto ayuda a evitar la transferencia de gérmenes y bacterias a tus ojos.
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Usa Soluciones de Limpieza Apropiadas
Utiliza solo las soluciones de limpieza y almacenamiento recomendadas por tu optometrista, estas las puedes encontrar con facilidad dentro de los productos de farmacia. Evita el uso de agua corriente, saliva o soluciones caseras, ya que pueden dañar los lentes y provocar irritación ocular.
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Limpia y Enjuaga los Lentes
Antes y después de usar los lentes, lávalos y enjuágalos con la solución adecuada. Frota suavemente cada lente con la yema del dedo para eliminar cualquier acumulación de proteínas u otros residuos.
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Mantén el Estuche de Lentes Limpio
Limpia y desinfecta regularmente el estuche de tus contactos. Enjuágalo con solución fresca después de cada uso y déjalo secar al aire para evitar la proliferación de bacterias. Reemplaza el estuche cada tres meses o según las recomendaciones del fabricante.
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Evita el Contacto con el Agua
No te bañes ni nades con tus lentes puestos, ya que el agua puede contener microorganismos dañinos que pueden causar infecciones oculares. También es importante evitar el contacto con agua de grifo, jacuzzis, lagos y océanos.