¿Tomar aspirina es bueno para tu corazón?

La aspirina es uno de los medicamentos de venta libre más populares de la industria farmacéutica, sin embargo, tiene pros y contras que quizá desconozcas.

Si has tenido un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular, no hay duda de que tomar dosis bajas de aspirina es beneficioso.

Pero si no tienes una enfermedad cardíaca, ¿deberías tomarla por si acaso? La respuesta para la mayoría de las personas probablemente sea que no.

Además de aliviar el dolor, reducir la fiebre y reducir la inflamación, la aspirina puede evitar que se formen coágulos de sangre.

Los coágulos son la principal causa de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, se forman cuando una placa (colesterol y otras sustancias depositadas en las paredes de las arterias) se rompe y su cuerpo intenta contener el daño creando un coágulo.

Cuando las arterias ya se estrechan por la acumulación de placa, un coágulo puede bloquear un vaso sanguíneo y detener el flujo de sangre al cerebro o al corazón.

Tomar una dosis regular de aspirina disminuye la capacidad de la sangre para agruparse en coágulos al dirigirse a las células sanguíneas más pequeñas del cuerpo, estas son llamadas plaquetas y se unen cuando se encuentran con vasos sanguíneos dañados.

Si bien la calidad del “adelgazamiento de la sangre” de la aspirina puede prevenir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, también puede poner en mayor riesgo otros eventos dañinos.

Riesgos de dosis bajas de aspirina

Como la mayoría de los medicamentos, la aspirina tiene efectos secundarios. Irrita el revestimiento del estómago y puede desencadenar trastornos gastrointestinales, úlceras y sangrado. Y, debido a que diluye la sangre, puede ser peligroso para las personas que tienen un mayor riesgo de sangrado.

Los factores que hacen que el uso preventivo de la aspirina sea peligroso incluyen:

  • Uso de otros medicamentos que diluyen la sangre
  • Antecedentes de úlceras gastrointestinales, sangrado ogastritis
  • Insuficiencia renal o enfermedad hepática grave
  • Trastornos hemorrágicos o de coagulación

aspirina y el corazón

¿Qué hay de la aspirina junior?

La aspirina tradicional no suele ser adecuada para menores de 16 años, porque puede aumentar el riesgo de síndrome de Reye, el cual puede aparecer después de un virus, como un resfriado, gripe o varicela. Puede provocar una lesión cerebral permanente o la muerte.

Sin embargo, un especialista puede recetar aspirina a un niño bajo supervisión si tiene la enfermedad de Kawasaki para evitar que se formen coágulos de sangre después de una cirugía de corazón.

En su lugar, se suele usar acetaminofén (paracetamol, Tylenol) e ibuprofeno.

Cabe destacar que nos referimos a la aspirina tradicional, ya que en la actualidad también existe la aspirina junior, cuya dosis es más adecuada y sirve para calmar malestares en los niños, como el dolor de cabeza o la fiebre.

Si es el caso de tus hijos, es importante que sigas las indicaciones del pediatra y se las suministres en las dosis correctas, los días y horarios asignados por el médico.

Independiente de que este tipo de medicamentos sean de venta libre, nunca debes automedicarte y mucho menos a los niños, ya que cada cuerpo reacciona diferente.

Además, en ocasiones, un medicamento puede hacer que otro medicamento sea menos efectivo o la combinación puede aumentar el riesgo para el paciente. A esto se le llama interacción medicamentosa.

Los efectos secundarios más comunes de la aspirina son:

  • irritación del estómago o intestino
  • indigestión
  • náusea

Los siguientes efectos adversos podrían presentarse, pero son menos comunes:

  • empeoramiento de los síntomas del asma
  • vómitos
  • inflamación del estómago
  • sangrado estomacal
  • hematomas

Finalmente, la aspirina puede ayudar a prevenir y tratar una variedad de afecciones del cuerpo humano, pero si estás tomando ese medicamento debes hablar primero con tu médico.

Cualquier persona menor de 16 años normalmente no debe tomar aspirina tradicional, excepto en casos raros y bajo supervisión médica.